Muere Merche Mar, la última reina de El Molino

“Deberían poner mi nombre en una puerta del Camp Nou, en el Paral·lel no, yo prefiero quedar anclada en el pasado y ahora aquello ya no es lo que era, como explicaba Lluís Permanyer”. En una de sus últimas entrevistas televisivas la popular vedette Merche Mar hablaba del pasado con más satisfacción que nostalgia.

Ese pasado de esplendor queda un poco más lejos, ya que este martes al mediodía ha fallecido la que estaba considerada con todo merecimiento la última reina de El Molino a una edad que nunca quiso revelar.

Pese a su formación en un colegio de monjas, la joven Merche estaba destinada al espectáculo y su formación en piano y ballet marcó el inicio de una larga y exitosa carrera en el mundo del music hall barcelonés, al que llegó cuando apenas contaba con 15 años.

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Para ello tuvo que convencer a doña Vicenta, propietaria y directora del teatro de variedades, tocando el acordeón a la vez que mostraba una astucia y un ingenio que siempre la acompañó. Para ello, y en pleno franquismo, sus padres tuvieron que apoyar el futuro artístico de la joven.

Supo sortear la censura con el doble sentido en letras, chistes velados y vestuario estratégico. Personalidades como Picasso, Fellini, Dalí o Woody Allen fueron testigos directos de su arte. Admiradora de figuras como la Bella Dorita, Merche Mar llenó escenarios y se ganó el cariño del público, especialmente de la comunidad LGTBI, que la consideraba un referente.

El Molino sufrió varios cierres y reaperturas a lo largo de los años. Tras su clausura en 1997, Merche recorrió escenarios junto al cómico Diomny hasta que, en el 2010, el histórico local resurgió bajo la dirección de Elvira Vázquez, con Merche como maestra de ceremonias. Sin embargo, en el 2013, el último cierre del local puso fin a una era.