La carrera cuántica de Euskadi arranca con la construcción de la torre de Quantum Motion y Nanogune

La carrera cuántica de Euskadi comienza a dar sus primeros pasos de la mano de Quantum Motion y Nanogune. Hoy está previsto que el lehendakari, Imanol Pradales, asista al inicio de las obras para la construcción de The Quntum Tower, el proyecto impulsado por la compañía tecnológica británica y el centro donostiarra de nanociencia con el objetivo de liderar, desde el territorio vasco, el desarrollo, diseño y comercialización de chips para ordenadores cuánticos a nivel mundial.
El acuerdo alcanzado entre Nanogune y Quantum Motion, suscrito en junio del año pasado, posiciona al País Vasco como referente en tecnologías cuánticas. Y es que la compañía británica ha elegido Donostia-San Sebastián para abrir su primera sede en la Unión Europea y ha elegido al grupo de investigación en hardware cuántico de Nanogune para colaborar en el desarrollo de chips cuánticos basados en tecnología de semiconductores.
Este acuerdo de colaboración, furto del deseo de fortalecer su experiencia y actividad en el ámbito de las tecnologías cuánticas, se sustenta en la creación de un grupo de investigación formado por medio centenar de expertos en hardware cuántico. Liderados por el físico Fernando González-Zalba, estos profesionales trabajarán en las nuevas instalaciones con el foco puesto en aprovechar las oportunidades de negocio que se abren con el desarrollo de la cuántica y su implementación en sectores estratégicos.
La nueva torre, que se construirá como una ampliación de CIC Nanogune, albergará los laboratorios del nuevo grupo de investigación de Nanogune y Quantum Motion, así como las oficinas de la filial vasca de la compañía británica. Para ello contará con siete plantas y 1.500 metros cuadrados de superficie total, aunque en un inicio se habilitarán únicamente dos pisos, en los que se ubicarán las oficinas y los laboratorios de testeo.
Apuesta por el silicioCon esta apuesta, ambos socios confirman su apuesta por el silicio como la tecnología más prometedora entre las alternativas en las que se trabaja en estos momentos en todo el mundo, ya que permite aprovechar años de desarrollo, conocimiento y capacidades de una industria ya consolidada.
Es por eso que trabajarán en el desarrollo de "chips cuánticos basados en la tecnología del silicio, la misma que se emplea a día de hoy en los microprocesadores de los ordenadores, teléfonos móviles o coches", explican, lo que les posibilitará utilizar la infraestructura de manufactura ya existente de la industria de los semiconductores. Además, presenta la ventaja de su capacidad de miniaturización, puesto que cada qubit (bit cuántico) tiene el tamaño de unos pocos nanómetros, la millonésima parte de un milímetro.
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