¡El futuro es hoy! TSMC crece 42% por IA y prepara chips de infarto: 1.4nm

TSMC reporta un alza del 42.6% en ingresos gracias a la IA y proyecta chips de 1.4nm para 2028. La industria de semiconductores crecerá un 10% en 2025. Descubre por qué esta noticia redefine la tecnología.
TSMC, el gigante taiwanés de semiconductores, continúa su racha de crecimiento con un aumento de ingresos del 42.6% en los primeros cinco meses de 2025, impulsado por la IA. La firma planea la producción masiva de chips de 1.4nm para 2028.
Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el mayor fabricante de chips por contrato del mundo y pilar fundamental de la cadena de suministro electrónico global, ha reportado un desempeño financiero extraordinario en lo que va de 2025. Los ingresos de la compañía entre enero y mayo ascendieron a 1.5 billones de nuevos dólares taiwaneses (aproximadamente 50.1 mil millones de dólares estadounidenses), lo que representa un impresionante crecimiento del 42.6% interanual. Este auge se atribuye directamente a la creciente e insaciable demanda de chips avanzados para aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA).
La fortaleza de TSMC refleja una tendencia más amplia. Kevin Zhang, Vicepresidente Senior de Desarrollo de Negocios y Ventas Globales y Co-Director de Operaciones Adjunto de TSMC, afirmó recientemente que se espera que la industria global de semiconductores crezca más del 10% en 2025. El sector, según Zhang, está atravesando un período «vigorizante» a pesar de las fluctuaciones recientes del mercado, con un valor que podría superar el billón de dólares para 2030.
La Inteligencia Artificial no es solo una palabra de moda; se ha consolidado como el principal motor de crecimiento e innovación en el sector de semiconductores. TSMC proyecta que para 2030, las aplicaciones de IA representarán el 45% de todas las ventas de semiconductores. Esta demanda explosiva está impulsando la necesidad de chips fabricados con las tecnologías de proceso más avanzadas, como los nodos de 5 nanómetros (nm), 4nm y 3nm, que son ampliamente utilizados en aplicaciones impulsadas por IA.
Este cambio estructural justifica las colosales inversiones en investigación y desarrollo (I+D) y en capacidad de producción que realizan empresas como TSMC. La seguridad en el suministro de chips de IA se ha convertido en una cuestión de importancia estratégica nacional para las principales potencias mundiales, lo que explica las cuantiosas subvenciones gubernamentales destinadas a fomentar la producción nacional de semiconductores en Estados Unidos, China, la Unión Europea y Japón.
Mirando hacia el futuro, TSMC no muestra signos de desaceleración en su búsqueda de la miniaturización y el rendimiento. La compañía ha revelado planes para iniciar la producción en masa de sus chips avanzados de 14A (equivalentes a 1.4nm) en 2028. Se espera que estos chips de próxima generación sean entre un 10% y un 15% más rápidos que los futuros chips de 2nm, o que utilicen entre un 25% y un 30% menos de energía para ofrecer el mismo rendimiento.
Este ritmo incesante de innovación, que evoca el espíritu de la Ley de Moore, implica desafíos tecnológicos y financieros monumentales. Solo un puñado de empresas en el mundo, incluyendo a TSMC, Samsung e Intel, pueden competir en estas fronteras tecnológicas. El coste y la complejidad del desarrollo de cada nuevo nodo son astronómicos, lo que crea una brecha cada vez mayor entre los líderes y el resto de la industria. Esta concentración de capacidad de fabricación de vanguardia en pocas manos, y geográficamente en lugares como Taiwán, subraya la criticidad de estas empresas para la infraestructura digital global.
Si bien la IA es actualmente la estrella, la demanda de semiconductores se está diversificando. Kevin Zhang de TSMC también destacó la continua demanda proveniente del sector automotriz, especialmente para la conducción autónoma, que requiere productos de 12nm y 8nm, y posiblemente de 5nm en el futuro.
Los dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) y los teléfonos inteligentes también seguirán siendo importantes contribuyentes, proyectándose que representen alrededor del 10% y 25% de las ventas de semiconductores para 2030, respectivamente.
Esta «inteligentización» de prácticamente todos los aspectos de la vida moderna –desde automóviles y hogares hasta ciudades y equipos industriales– está generando una demanda sostenida y variada de diferentes tipos de chips. Esto no solo hace que la industria de semiconductores sea más resiliente en general, sino que también obliga a empresas como TSMC a gestionar un portafolio tecnológico cada vez más complejo para satisfacer las necesidades de un mercado global en constante evolución.
La Verdad Yucatán