Umberto Faini, el artista de Segrate: «Colores y pinceles a los 12. Impresionado por la pintura».

Segrate (Milán) – Pintor, ilustrador, artista de cabaret, cantautor en dialecto . Con una exposición antológica que recorre su dilatada carrera como pintor, inaugurada ayer en el Centro Cívico Giuseppe Verdi, Segrate rinde homenaje a su compatriota Umberto Faini, quien cumplió 92 años el 16 de agosto . Este artista, que ha abarcado diversos campos y que, gracias a su actividad docente en la Academia de Brera y la Academia de Carrara en Bérgamo, ha intentado transmitir sus técnicas y conocimientos a las nuevas generaciones, ha recorrido diversos campos. La exposición que Segrate le dedica, abierta todos los días hasta el 2 de julio de 16:00 a 18:30 h, «es una forma de agradecerle a Umberto todo lo que ha aportado y sigue aportando a nuestra comunidad —declara el alcalde Paolo Micheli—. Es una invitación a quienes aún no lo conocen a adentrarse en su mundo, hecho de arte, pero también de vida vivida con intensidad, curiosidad y espíritu libre». Con motivo del evento, el propio Faini enumera recuerdos, anécdotas y sensaciones de una vida dedicada a la creatividad y a la libre expresión.

¿Qué recuerdas de tu infancia?

Nací en Milán, en un edificio apartado llamado "Cà del Diàul", en via Beato Angelico. A los 12 años, mi padre me compró un juego de óleos. Así fue como me apasioné por la pintura. Reutilicé una vieja radio, transformándola en una caja para guardar tubos y pinceles. Mi padre, que era trabajador, pintaba en su tiempo libre: durante años compartimos esa pasión.

¿Entonces?

Asistí a la escuela de artes aplicadas del Castello Sforzesco y luego a la Academia de Brera. Fui decorador e ilustrador, y estudié violín y guitarra. Todo lo que es sonido e imagen siempre me ha fascinado.

Una figura ecléctica, la suya. También fue artista de cabaret.

He participado en veladas de entretenimiento, en el Derby y en Cà Bianca, por nombrar algunos. Nanni Svampa, Flavio Oreglio y Umberto Bindi son algunos de los artistas con los que he colaborado. Para hacer cabaret no se necesitan grandes cosas, solo ideas. «Umidità» es el título de una de mis canciones atmosféricas. La humedad impregna nuestras vidas: es una sensación que todos perciben, especialmente los milaneses.

Pasemos a la pintura. ¿Qué intentas transmitir con tus cuadros?

Rostros, paisajes: en mis obras, transpongo todo lo que despierta mi interés. Algunos dicen que también pinto cuadros abstractos. En realidad, son estudios sobre el color. Me gustan los tonos que se funden suavemente entre sí.

¿Qué es el arte para ti?

Una forma de vivir la vida, intentando contarla y comprenderla. La realidad está hecha de líneas, luces y sombras, colores cambiantes. Todo fluye. Agradezco a la vida las oportunidades que me ha dado y las pasiones que me ha permitido cultivar.

Un milanés que se mudó fuera de la ciudad.

En los años 60 tuve la oportunidad de comprar una casa en Segrate, que por aquel entonces era un pequeño pueblo agrícola en plena naturaleza. Luego vino el auge de la construcción. Sigo contento con esa decisión. Hoy es una ciudad con mucha vegetación y todo lo necesario para vivir bien.