MTM, la maravilla de vivir. Del Porcile al Díptico de la Tormenta.

Llámenlas como quieran... emociones. Las que MTM siempre ha intentado compartir. O mejor dicho, la Manifatture Teatrali Milanesi (surgida de la fusión de Litta + Quelli di Grock), lista para celebrar diez años desde su fundación con una nueva temporada vibrante, densa y ecléctica. Donde abordamos el presente. Pero intentando ir un poco más allá, hacia ese futuro inquieto que se esconde a la vuelta de la esquina. A pesar del matiz nostálgico que el mundo adquiere en cuanto se menciona a Battisti: "Empieza a volar de nuevo". Este es, de hecho, el lema del programa que se distribuye entre Litta, Sala Cavallerizza y Leonardo. Un programa firmado por Gaetano Callegaro , Valeria Cavalli y Antonio Syxty , al que ahora se suma Filippo Renda , de 35 años, quien lleva un tiempo en la órbita de MTM. Una gran idea. Y como siempre, al frente de todo está la presidenta Gaia Calimani . «Descubrirse volando significa dejarse llevar por las emociones —explica Calimani— y que el escenario se convierta en un espejo de nuestros sentimientos más auténticos. Es un acto de abandono y valentía, un movimiento capaz de devolvernos la maravilla de vivir. El teatro es el lugar donde la vida se convierte en forma, aliento, visión».

La temporada ha empezado con buen pie: el Festival Hors con artistas menores de 35 años ya está a finales de septiembre, seguido por la pasoliniana “Porcile” de Syxty y Susanna Baccari (con los recién graduados MTM – Grock) y “Fear no more” de Francesca Sangalli dirigida por Simona Gonella, la primera coproducción con el LAC de Lugano. Que en Corso Magenta traerá en noviembre el esperado “Dittico della bufera” del director Carmelo Rifici , o “Tre sorelle” y una reescritura de Livia Rossi de “Il gabbiano”, para una investigación chejoviana confiada a un amplio elenco de intérpretes que son protagonistas de un curso de formación de alto nivel. Entre las producciones que despiertan curiosidad están Bovary de Stefano Cordella, “Gli uccelli” de Renda de Aristófanes y en enero “Il giorno della civetta” de Syxty. Hace diez años, MTM nació como una plataforma abierta —subraya el director—, un lugar no limitado por la presencia de un único director, sino listo para transformarse en un centro cultural donde otros artistas y otros puntos de vista pudieran encontrarse. Una elección de identidad tan fuerte que era casi disfuncional dentro de la visión cultural milanesa. Y esta actitud permanece en nosotros: el deseo de producir obras artísticas diferentes, caracterizándonos por la apertura y la inclusión a lo largo de toda la cadena, desde la formación hasta el debut. Cuarenta y un títulos. Y diferentes hilos conductores que recorren la temporada. Desde la nueva colaboración con Zelig hasta la importante presencia de la Compagnia Corrado D'Elia ; desde los espectáculos de Marco Rampoldi hasta las propuestas para los más pequeños, los cursos escolares, el nuevo proyecto Madre que combina arte, ecología y ciudadanía activa. Además del diálogo siempre abierto con entidades locales como Campsirago, Binario 7, Eccentrici Dadarò y Comteatro. Solo falta despegar. Información: mtmteatro.it .