Cuatro formas contraintuitivas de refrescarse mientras Gran Bretaña se prepara para un calor abrasador

Dado que se prevé que las temperaturas se disparen en todo el Reino Unido durante los próximos días, muchos buscaremos maneras de hacer soportable el calor, sobre todo en el trabajo. Ante la preocupación por el posible impacto de las altas temperaturas en la salud de las personas, en particular en las más vulnerables, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) emitió alertas amarillas y ámbar que afectan a varias regiones de Gran Bretaña.

El profesor Mike Tipton, del Laboratorio de Ambientes Extremos de la Universidad de Portsmouth, declaró a la BBC : «Somos esencialmente animales tropicales que hemos evolucionado para estar mayormente desnudos y descansar en un clima de alrededor de 26 °C. Simplemente no estamos diseñados para realizar trabajos manuales con ropa protectora a estas temperaturas, ni para estar sentados en oficinas sofocantes con traje». Las maneras más comunes que consideramos mejores para refrescarnos incluyen beber mucho líquido, permanecer a la sombra y cerrar las cortinas para bloquear el calor. Sin embargo, también existen técnicas menos conocidas, pero científicamente probadas, que podrían ayudar a soportar el calor.

1. Primero refresca tus manos, no tu cara.

Si tienes un ventilador, no es de extrañar que lo primero que debas refrescar sea la cara. Sin embargo, según Tipton, esta no es la forma más rápida de bajar la temperatura corporal.

Continúa diciendo: «Ciertamente, toda esa brisa en tu cara estimulará los receptores de frío, lo que te dará una sensación de confort muy potente. Pero en realidad, no va a extraer el calor de tu cuerpo».

Una mejor estrategia para refrescarse es sumergir las manos en agua fría durante 15 a 20 minutos. "Las manos tienen una gran relación superficie-masa; por ellas circula mucha sangre cuando hace calor".

"Si tu temperatura central es alta, tu cuerpo enviará sangre a las extremidades para perder calor", explica Tiptop.

Sumergir las manos en agua fría no será tan agradable, pero te refrescará mucho más rápido que un baño de hielo. Es fundamental distinguir entre lo que te refresca y lo que realmente te refresca.

2. Evite las duchas frías

Podría parecer lógico darse una ducha fría cuando las olas de calor extremas azotan la ciudad, pero en realidad tiene el efecto contrario al esperado. Aunque en el momento parezca que ayuda, curiosamente es una forma lenta de refrescar el cuerpo.

"Poner una zona del cuerpo en agua fría está bien, pero si cubres demasiada superficie con ella, el cuerpo restringirá la cantidad de sangre que llega a la piel", afirma Tipton.

"El secreto para refrescarse es hacer llegar la sangre a la superficie de la piel y luego retirar suavemente el calor".

En resumen: olvídate del baño de hielo y opta por una ducha tibia. La temperatura ideal dependerá de tu cuerpo y del calor exterior, pero Tipton sugiere que el agua relativamente tibia es la mejor opción.

3. Opta por bebidas calientes

Tomar una bebida helada puede parecer lo más inteligente para refrescarse, pero lo contrario es, en realidad, lo más efectivo. Una bebida caliente te refrescará más rápido que una helada.

"No se trata de intentar enfriar el cuerpo directamente, sino de activar los sistemas que lo harán —como la sudoración y el flujo sanguíneo a la piel—", dice Tipton. "Comer un curry picante también enfriará el cuerpo".

Esto no significa que solo debas beber líquidos calientes, ya que mantenerse hidratado con agua a cualquier temperatura es mejor que no hidratarse. Ayuda a enfriar el cuerpo mediante la transpiración y la transferencia de calor de los tejidos activos a la piel.

"Piénsalo: alrededor del 60 % del cuerpo humano es agua, es decir, unos 40 litros. Añadir un vaso de líquido frío no va a suponer una gran diferencia. Es una gota en el océano", explica Tipton.

4. Mejora tu sudor con una brisa

Usar un ventilador cuando tienes calor es, por supuesto, lo primero que debes hacer para volver a una temperatura normal, pero es igualmente importante ventilar la mayor área posible de tu cuerpo.

Esto también ayuda a evaporar el sudor. Al abanicarse solo la cara, se limita a mejorar la evaporación en una pequeña parte del cuerpo.

Esto se debe a que la evaporación del sudor no depende de la temperatura, sino de la diferencia de presión del vapor de agua entre el aire y la piel. La brisa ayuda en este caso.

Siempre que sea posible, considere usar un ventilador de mano no eléctrico para generar una brisa refrescante o promover la circulación de aire natural abriendo varias ventanas. «Depender únicamente del aire acondicionado no contribuirá mucho a mitigar el cambio climático; de hecho, es una gran parte del problema», afirma Tipton.