Salud. Sardinas enlatadas: ¿Nos encaminamos hacia una escasez?

¿Veremos escasez de sardinas enlatadas en los estantes de los supermercados? Éste es el temor de los industriales de la sardina. Ante la reducción del tamaño de las sardinas –que han perdido el 50% de su volumen en 15 años, según el Ifremer–, el trabajo necesario para su conservación ha aumentado.
"Cuando se trabaja a mano, tanto para destripar como para enlatar, el trabajo es el doble de intensivo", explica a la AFP Jean-François Feillet, director de calidad, seguridad y medio ambiente de la conservera Chancerelle.
Y el tiempo se acaba para algunas empresas, como la conservera La Belle-Iloise en Morbihan, que sufrirá escasez de algunos de sus productos "hasta mediados de julio", lamenta Caroline Hilliet, directora general de la empresa de Quiberon.
¿Está en peligro la sardina?Víctima de la sobrepesca en el Golfo de Vizcaya, la sardina ha sido clasificada en la categoría de especie “sobrepescada y degradada” por el Ifremer. Está peligrosamente cerca del umbral de la categoría de "colapsado", mientras que su población se ha dividido por tres en el espacio de 20 años en esta zona.
Un problema que se suma al impacto del cambio climático. El calentamiento de los océanos está obligando a los peces a utilizar más energía para alimentarse, mientras que su único alimento, el zooplancton, está disminuyendo en calidad y cantidad.
Algunas empresas están recurriendo al extranjero para mantener su ritmo de producción y satisfacer la demanda, ya que el consumo anual de sardinas en conserva alcanza casi 16.000 toneladas en Francia. De esta forma, se sitúa en el tercer puesto entre las conservas de pescado más vendidas, por detrás del atún y la caballa.
Le Progres