Burdeos: tres nuevos “frigoríficos compartidos” financiados por el presupuesto participativo

La asociación bordelesa Couleurs Garonne, ganadora del presupuesto participativo de la ciudad de Burdeos, está detrás de este proyecto de refrigeradores compartidos. Le Garage Moderne inauguró el primero de sus tres modelos este miércoles 16 de julio.
Cada año, los proyectos de interés público propuestos por los habitantes de Burdeos pueden, tras una votación abierta a todos los residentes, ser financiados por el presupuesto participativo de la ciudad. En 2023, uno de los 40 proyectos seleccionados combinó la lucha contra el desperdicio y el compromiso con la solidaridad alimentaria: los frigoríficos compartidos. El primero se inauguró este miércoles, 16 de julio, en el barrio de Bacalan. Se puede recoger o entregar comida comestible, comidas envasadas al vacío, sin huevos, carne ni pescado, y sin alcohol.
Garage Moderne, asociación especializada en reparación y reutilización comunitaria, fue la responsable de desarrollar la idea de Couleurs Garonne con la ayuda de estudiantes de ingeniería. La asociación construyó tres unidades, compuestas por un refrigerador y una despensa, y se encarga de su mantenimiento. La inversión total, financiada con el presupuesto participativo, asciende a 15.000 €. Próximamente se instalarán otros dos modelos en otras zonas de Burdeos, reforzando así la red de refrigeradores cero residuos instalada en el área metropolitana de Burdeos.
Lucha contra la inseguridad alimentariaGarage Moderne ha alcanzado un nuevo hito, comprometido con la redistribución de alimentos desde la crisis sanitaria. La asociación se convirtió entonces en proveedora y distribuidora de comidas para personas en aislamiento o en situación de extrema necesidad. Desde entonces, ha distribuido más de cien comidas semanales durante campañas de sensibilización y organiza desayunos dos veces por semana en espacios culturales y cívicos.
Mientras que el 17% de la población de Burdeos vive por debajo del umbral de la pobreza, el Garage Moderne busca unir, en un barrio en proceso de gentrificación, a quienes dan y a quienes reciben, con el objetivo también de concienciar sobre el consumo excesivo. Cada francés tira una media de 58 kilos de residuos alimentarios al año, de los cuales 24 son comestibles.
SudOuest