A todo el mundo le encanta: esta salsa es un éxito, pero es mucho más grasosa de lo que te imaginas.

Los franceses la han adoptado masivamente en tan solo unos años, y sin duda la encontramos en muchas de nuestras cocinas. Fácil de preparar, rápida de preparar, y además tiene el don de seducir a gran parte de la familia. No, no hablamos de la salsa de tomate sacrosanta que sigue conquistando al público, sino de la que se ha convertido en su principal rival.
Con más de 60 millones de frascos vendidos el año pasado, incluso se ha consolidado como la segunda salsa más consumida del mundo. En Francia, el volumen de ventas aumentó un 20 % el año pasado, según varios institutos de consumo. Las razones son numerosas, pero los expertos señalan en particular que ha superado a la salsa boloñesa, otra señal de que el consumo de carne sigue disminuyendo.
Aunque los franceses están comiendo menos carne tras la importante inflación de los últimos años, el precio no parece ser el criterio principal, ya que esta salsa de moda sigue siendo bastante cara: entre 8 y 11 euros el kilo, frente a los 3 y 5 euros de una salsa boloñesa preparada. Y si buscas una salsa más ligera que las versiones con carne, ¡te equivocas por completo!

Porque ojo, el pesto, ya que de eso hablamos, no es tan sano como parece... Según el nutricionista Jean-Michel Cohen, algunos pestos comerciales contienen casi 56 g de grasa por cada 100 g. «Dos cucharadas de esta preparación contienen unos 20 g de grasa», advierte. ¡Eso es cinco veces más que una salsa holandesa, que sí lleva mantequilla!
Sin embargo, hay una salvedad: aunque es grasosa, la salsa pesto tiene algunas ventajas, según el especialista, incluso si se elige una versión comercial sin aceite de oliva. "No hay nada mejor que un plato de pasta con pesto. Por desgracia, soy nutricionista, así que tengo que buscar. Tiene 500 calorías por cada 100 gramos, lo cual sigue siendo un poco complicado", admite a regañadientes el famoso nutricionista mientras inspecciona un frasco de salsa Barilla. "¡La mantequilla tiene 700 calorías! Pero hay buenos ingredientes: aquí tengo aceite de buena calidad (de girasol para la salsa Barilla), anacardos, parmesano y, por supuesto, un poco de aceite de oliva".
La aplicación Yuka confirma esta valoración mixta, otorgando una puntuación de 30/100 a este mismo frasco de pesto Genovese clásico de Barilla. El producto incluso se encuentra en la categoría 4 "ultraprocesado", con un Nutriscore de E. Las razones: un alto contenido en grasas (47%), ácidos grasos saturados (5,3%) y sal (3,2 g/100 g).
Así que claramente todo es cuestión de dosis. Antes de vaciar el frasco directamente sobre la pasta, ten en cuenta este pequeño recordatorio del nutricionista: «La salsa pesto es un producto excelente, incluso bueno para la salud. Eso sí, ten cuidado, hay que servirla con cuidado. Son dos cucharaditas cada vez. Si no, puedes añadir mantequilla, aceite y, por qué no, un poco de petrolato», concluye irónicamente. Lo entendemos, con el pesto, ¡vamos... fácil!
L'Internaute