Salven a Hermione, ¡es ahora o nunca!

Un centenar de electos, personalidades, empresarios y marineros dan la voz de alarma sobre la réplica de la fragata del Marqués de La Fayette. En dique seco desde 2021, el barco pide 5 millones de euros para su restauración.
¿Volveremos a ver algún día a L'Hermione zarpar? En un manifiesto publicado el 20 de mayo y firmado por un centenar de personalidades, entre ellas los alcaldes de Rochefort y Brest, el presentador Stéphane Bern, el presidente de la región Nueva Aquitania Alain Rousset, el ex ministro Dominique Bussereau y la actriz Catherine Frot , la asociación propietaria de la fragata da la voz de alarma. " El Hermione está en peligro y para salvarla, es ahora o nunca", afirmó el organismo presidido por el vicealmirante Marc de Briançon.
La réplica de la fragata que llevó al marqués de La Fayette a Estados Unidos en el siglo XVIII nació gracias al escritor Erik Orsenna, apasionado de la navegación franco-estadounidense y antiguo alcalde de Rochefort. Construido entre 1997 y 2014 a la vista del público, salió del puerto de Rochefort en 2015 con destino a Estados Unidos, siguiendo los pasos del Marqués.
Entre 2015 y 2020, el barco navegó 22.000 millas antes de ser atacado por hongos devastadores. En dique seco desde 2021 en el puerto de Bayona, la fragata ha sido objeto de obras de restauración en su casco por un importe total de 5 millones de euros. Pero por falta de financiación suficiente, todo tuvo que detenerse.
En marzo, Hervé Blanché, alcalde de Rochefort, declaró a Le Figaro que la aglomeración, la ciudad y el departamento ya habían aportado mucho al proyecto y que "ya no tenían medios para afrontar el coste de reflotar la fragata". El alcalde, que también es presidente de la mancomunidad de Rochefort-Océan, firmó sin embargo el manifiesto del 20 de mayo.
Hoy en día, todavía quedan 5 millones por reunir, de ellos 1,5 millones de euros "ahora", para poder reanudar las obras del casco en septiembre. Desafortunadamente, sin trabajo para mostrar a los visitantes, la asistencia disminuyó y el dinero escaseó, lo que puso a la asociación en dificultades. Es evidente que no es fácil movilizar a los clientes y la asociación de propietarios está intentando por todos los medios atraerlos. Destaca los 400 voluntarios implicados en la aventura, así como el centenar de artesanos que trabajaron en la gran estructura.
Según los firmantes, el proyecto va más allá de la cuestión puramente patrimonial. "Apoyamos a L'Hermione como símbolo de nuestra herencia, paz y libertad", explican. El barco "encarna una cierta idea de Francia que nos es querida, la que brilla más allá de los mares (...) que se atreve y que une a la gente", continúan.
De aquí a 2027, la asociación pretende volver a poner la fragata en el agua para que pueda seguir desempeñando su papel de transmisión de conocimientos técnicos en materia de navegación.
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