Lunéville. «Laeti’s Ecolodge»: alojamiento ecológico y natural a un paso del centro de Lunéville.

La familia Laplaza, compuesta por Laetitia, Pascal y su hija, llegó a Lunéville hace nueve años. La pareja construyó su hermosa casa. Como el terreno era bastante grande, Laetitia, de baja por maternidad, tuvo la idea de construir un albergue ecológico detrás de la casa. "Quería construir una casa rural, pero tenía que estar en armonía con la naturaleza", explica. La familia está muy comprometida con la protección del medio ambiente a diario.
“Un ecoalbergue era perfecto, una especie de cabaña de madera al fondo del jardín”, continúa. “Además, después de investigar un poco, vi que este tipo de alojamiento no existía en la zona”, confiesa. “Así que había una vacante”.
El término «ecolodge» proviene de nuestros vecinos anglosajones y se ha incorporado gradualmente al panorama turístico francés. Según la definición inglesa, este tipo de alojamiento turístico está diseñado para minimizar el impacto en el entorno donde se ubica. Por lo tanto, sus principios fundamentales son el respeto al medio ambiente y la concienciación del viajero.
Tras unos pocos trámites administrativos, el proyecto "Laeti's Ecolodge" se hizo realidad. Al igual que su casa, fue Pascal, el manitas de la familia, quien lo construyó desde cero. Construido íntegramente en madera, consta de una habitación con zona de dormitorio, sala de estar, baño abierto y aseo seco. Es completamente autosuficiente energéticamente gracias a sus paneles fotovoltaicos.
"Para el agua, nos hubiera gustado recoger agua de lluvia, pero está prohibido, lo cual es una pena", admite. Laetitia fue la única responsable de la decoración armoniosa y cálida. La pequeña terraza da al exterior, lo que permite disfrutar de la naturaleza cuando el tiempo acompaña.
El ecolodge tiene capacidad para dos adultos y un niño pequeño. No dispone de cocina. Laetitia sirve desayunos elaborados con productos locales. Se esmera en clasificar y respetar el terreno. El terreno, bastante amplio, podría albergar otro ecolodge, pero la familia Laplaza prefiere tener solo uno. «Preferimos la calidad a la cantidad», afirma. Esta decisión protege a su clientela, que generalmente busca disfrutar de la paz y la tranquilidad de este pequeño rincón de naturaleza a pocos minutos del centro de Lunéville.
L'Est Républicain