En París, la vivienda social invierte en un garaje de varias plantas

Los garajes parisinos están desapareciendo y convirtiéndose en viviendas sociales. Una auténtica bendición para los arquitectos, que los encuentran un terreno de juego fascinante. Los residentes también salen ganando. Heredan apartamentos atípicos, incomparablemente más acogedores que las típicas cajas de zapatos que saturan el mercado de obra nueva. En este caso, la transformación de un garaje en un silo en la avenida Parmentier, en el distrito 11 de París, en 63 viviendas sociales (además de un local comercial en la planta baja) es un caso paradigmático.
La génesis del proyecto fue caótica, interrumpida por la COVID-19, la guerra en Ucrania, la inflación del coste de los materiales y las demandas de los vecinos. Su naturaleza evolucionó con el paso del tiempo. Primero, porque el Ayuntamiento de París pidió a los arquitectos que estudiaran la posibilidad de conservar parte del edificio, algo que Batigère, el propietario del proyecto (con Quadral Promotion), no había considerado inicialmente. Segundo, porque uno de los socios... El proyecto se dio por vencido. Se trataba de una empresa especializada en las llamadas operaciones de "desmembramiento", un esquema engañoso que permite a las autoridades locales cubrir sus cuotas de vivienda social, según lo define la Ley de Solidaridad y Renovación Urbana (SRU), mediante la financiación de inversores privados. La artimaña: después de veinte años, las viviendas vuelven a ser privadas. Y, en el proceso, los inversores minimizan su contribución. El desmembramiento afectó originalmente a casi la mitad de las viviendas; ahora todas son completamente sociales.
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Le Monde