Adriana Asti, fallecimiento de una figura discreta e imprescindible del cine italiano

Adriana Asti fue una de esas raras actrices que rehuían la fama a toda costa. Un club muy reservado, aunque no preciado. Un cometa, pero por mucho tiempo: el de toda una vida. Murió a los 94 años, tan discretamente como vivió, la mañana del 31 de julio en Roma. ¿Por qué escribir "murió" en lugar de "falleció", o cualquier otro eufemismo, como es habitual? Bueno, porque Adriana Asti tenía su propia manera de lograr lo más difícil: la sencillez absoluta. Pero esta sencillez iba acompañada de una perspectiva irresistiblemente divertida y personal sobre todo lo que veía. La escuchábamos y no pudimos evitar escribir lo que decía; palabras como oro poético salían de su boca.
Adriana Asti no podría haber sido actriz. Dijo que no había nada más aburrido que actuar. Y añadió de inmediato: «Pero este aburrimiento es maravilloso porque mientras actúas, eres libre de pensar en lo que quieras».
Libération