“Rashid, el niño de Sinjar”: Una mirada al futuro tras el horror del genocidio yazidí

Frente a la cámara, Rashid dibuja los contornos de las casas. Primero, la de su infancia, luego la de donde estuvo preso durante semanas a manos de los verdugos del movimiento yihadista Daesh. Rashid Qasim no tiene ni 18 años, y la palabra "genocidio" marca cada una de sus frases.
El documental Rashid: El Niño de Sinjar, dirigido por Jasna Krajinovic, narra la conmovedora historia de un joven superviviente de la tragedia sufrida por los yazidíes, una minoría de habla kurda formada en torno a una religión que fusiona el islam con las prácticas zoroastrianas . La ONU ha calificado de genocidio las masacres y la esclavización de este pueblo, perpetradas por Daesh desde el 3 de agosto de 2014. Si bien la voz de Rashid relata los abusos que él y su pueblo sufrieron, la película también deja espacio para silencios dolorosos que hablan de dolor y horror.
En medio de un paisaje ruinoso y polvoriento, Rashid se permite soñar, buscar trabajo fuera de la panadería familiar, hasta la gran partida: el exilio en Australia. La cámara sigue a un adolescente que se cuestiona a sí mismo, en medio de su vida cotidiana, interrumpida por el duelo y el trauma. Once años después del genocidio , su hermana pequeña, Raishin, sigue retenida por los yihadistas.
El documental de Jasna Krajinovic rinde homenaje a los yazidíes, supervivientes de las cárceles de Daesh, que aún libran una feroz batalla legal. Un relato conmovedor, tan subjetivo que no aborda los hechos: en 2014, el genocidio perpetrado por Daesh se cobró 5.000 víctimas y esclavizó a más de 6.800 mujeres y niños, de los cuales casi 2.700 siguen desaparecidos. A pesar de estas atrocidades, la comunidad yazidí intenta hoy reconstruir su futuro, tanto en su país como en el resto del mundo, con casi 300.000 yazidíes emigrando.
La Croıx