Ola de calor: ¿podemos aún disfrutar del verano?
En Europa, las olas de calor y el calor extremo son ahora comunes, en gran parte debido al cambio climático. Este fenómeno ha llevado a la redacción del periódico progresista alemán Süddeutsche Zeitung a preguntarse: ¿podemos seguir disfrutando del calor del verano sin pensar en el catastrófico estado de nuestro planeta?
En el año 2025, en un hermoso día de junio, el Sol recorrió el cielo como de costumbre. Al alejarse lentamente de su cenit —a primera hora de la tarde para los terrícolas—, desprendía un calor como no se había sentido en mucho tiempo. Un gran príncipe, irradiaba sus rayos sobre la Tierra, tanto que la humanidad no pudo hacer más que tumbarse y recuperar el aliento. Tumbarse y simplemente respirar. En este mundo donde nada es gratis, ¿por qué no simplemente disfrutarlo?
Los párpados se cierran, los pensamientos se ahogan, los hombros se hunden. E incluso antes de que el Sol continúe su revolución y se disponga a desaparecer como una diva bajo una luz espectacular, la humanidad, despatarrada, reducida a un suspiro, ya no puede pensar. Alrededor de las cinco de la tarde, los últimos pensamientos febriles, antes racionales, finalmente se detienen. El sistema está tan sobrecalentado que a nadie se le ha ocurrido aún hacer cola en la heladería, y mucho menos emprender un proyecto importante o pensar en el mañana. Es demasiado agotador. Y estamos demasiado cómodos aquí, en la hierba, a pleno sol, rodeados de hormigas trabajadoras.
Y como siempre que te das el gusto,
Aprovecha la oferta digital especial para acceder a todo nuestro contenido sin límites.
Courrier International