Mark Zuckerberg anuncia nuevamente el fin del smartphone, su sustituto es mucho más potente

La evolución tecnológica está ocurriendo rápido, muy rápido. Hasta hace poco, la computadora de escritorio reinaba suprema en nuestra vida diaria, antes de ser reemplazada gradualmente por la movilidad de la computadora portátil. Luego llegó el teléfono inteligente, ese pequeño dispositivo que condensó nuestro mundo digital en la palma de nuestra mano, convirtiéndose casi en una extensión de nosotros mismos. Se podría pensar que esta revolución ha llegado a su apogeo, pero algunos visionarios ya están mirando más allá.
En el mundo de la tecnología, apostar por el futuro es algo habitual. Grandes nombres como Mark Zuckerberg, fundador de Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp), siempre buscan anticiparse a la próxima (r)evolución tecnológica para posicionarse en ella. Aunque hoy en día el teléfono inteligente parece imbatible, Zuckerberg presentó recientemente lo que él cree será el reemplazo de nuestros teléfonos celulares tradicionales.

Es en este contexto que Mark Zuckerberg hace una audaz predicción: el fin del teléfono inteligente está cerca. Según él, dentro de unos años un nuevo tipo de dispositivo tomará el relevo: las gafas de realidad aumentada. Se imagina un futuro en el que estas gafas nos permitirán disfrutar tanto del mundo real como de nuestras interacciones digitales con solo unos pocos gestos.
Este tipo de objetos están apareciendo cada vez con más frecuencia. Las gafas Vision Pro de Apple, por ejemplo, que, a pesar de su precio desorbitado, permiten disfrutar del entorno teniendo a disposición opciones de smartphone u ordenador. Zuckerberg imagina un tipo de dispositivo similar, pero que podría ser más pequeño y más fácil de transportar. Las interacciones entre el mundo real y nuestros intercambios se volverían más naturales e inmersivas.
Pero Mark Zuckerberg no se contenta con soñar con este sustituto del teléfono inteligente. Se dice que su empresa lleva varios años trabajando activamente en varios prototipos. Algunos modelos serían discretos, con un campo de visión limitado, centrándose en mostrar notificaciones e información sencilla, un poco como un reloj inteligente, pero para los ojos.
Naturalmente, esta idea ya plantea preguntas. La idea de usar gafas inteligentes todo el tiempo no es atractiva para todos, y los intentos anteriores de lanzar productos similares no siempre han tenido el éxito esperado. Algunas empresas que dependen en gran medida de los teléfonos inteligentes, como Apple, parecen menos dispuestas a enterrar el dispositivo. El debate continúa y es fascinante imaginar cómo interactuaríamos con esta tecnología del futuro.
L'Internaute