Camina rápido para que tu corazón lata a tiempo

Caminar sigue demostrando sus beneficios. Además de ser un medio de transporte ecológico, tiene muchos efectos sobre la salud física y mental. Y cuanto más rápido sea el ritmo, mayores serán los beneficios: mejora de la resistencia, aumento de la capacidad aeróbica, efecto favorable sobre los marcadores cardio-metabólicos, etc.
Numerosos estudios ya han demostrado que caminar reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, en particular regulando los niveles de colesterol y de azúcar en sangre, pero también actuando sobre la presión arterial, mejorando la circulación sanguínea, etc.
Un estudio publicado en abril en la revista Heart (BMJ journals) demostró que caminar a paso ligero puede prevenir las arritmias cardíacas, en particular la fibrilación auricular (o atrial). Se trata del trastorno del ritmo cardíaco más frecuente (alrededor de 750.000 personas afectadas en Francia). Su incidencia se ha duplicado en los últimos treinta años, debido sobre todo al envejecimiento de la población. Se caracteriza por contracciones rápidas e irregulares de las aurículas (cámaras superiores del corazón). Esta patología aumenta el riesgo de sufrir un ictus, de ahí la importancia de su adecuado manejo y prevención.
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Le Monde