Si recuerda esto de su pasado a los 60 años, su mente está más activa de lo que cree


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Con el paso de los años, el cuerpo sufre diferentes transformaciones naturales que también tiene un efecto en la memoria.
Sin embargo, conservar ciertos recuerdos de años anteriores podría ser una señal de que la mente siga funcionando adecuadamente.
Especialistas en neurociencia explican que narrar con precisión aspectos de la niñez o la juventud y no solo representa un acto de nostalgia, sino también un signo de buena salud cognitiva.
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Si a los 60 años de edad o más aún puede recortar con claridad algunos de estos elementos, es probable que su agilidad mental esté en condiciones óptimas:
1. Su antiguo número de teléfono: conservar en la memoria esa secuencia después de tantos años muestra que las conexiones neuronales siguen siendo fuertes.
2. Los nombres de amigos de la infancia: poder recordar nombres y rostros de personas que dejaron de formar parte del entorno cotidiano evidencia un cerebro activo.
3. La distribución de su casa de la niñez: describir cómo estaba organizado el hogar revela que la capacidad de memoria espacial permanece firme.
4. Letra de canciones antiguas: interpretar sin errores melodías de la juventud indica que la memoria musical continúa funcionando correctamente.
5. La dirección de su primera vivienda: recordar estos datos demuestra que la memoria a largo plazo mantiene su solidez.
6. Pasatiempos que practicaba y luego dejó: tener presentes estos intereses olvidados es una muestra de que la memoria episódica sigue activa.
7. Anécdotas familiares narradas con detalle: relatar historias de manera precisa señala un buen estado de la memoria narrativa.
8. Fechas de cumpleaños de amistades que ya no frecuenta: recordar celebraciones pasadas refleja una memoria emotiva en buen estado.
9. Detalles triviales de décadas anteriores: rememorar pequeños momentos de la vida diaria, indica agilidad mental.
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Una memoria activa no depende únicamente de factores genéticos. Los neurólogos destacan prácticas que pueden fortalecer las funciones cognitivas a diario.
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Dormir entre siete y ocho horas facilita que el cerebro procese mejor la información y consolide los recuerdos. Se sugiere realizar prácticas de relajación o modificar hábitos cotidianos para lograr un buen descanso.Consumir alimentos que contienen omega-3, tales como pescados, semillas y nueces, junto con frutas, verduras y cereales integrales, contribuye a proteger la salud cerebral a largo plazo.

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La actividad física regular favorece la circulación de la sangre, lo que también impacta positivamente en el cerebro. Además, actividades como resolver crucigramas, sudoku, ejercicios matemáticos, practicar ajedrez o aprender nuevas habilidades sirven para mantener la mente flexible.Expertos también destacan la importancia de conservar vínculos sociales activos y controlar los niveles de estrés como formas de preservar la memoria de manera significativa.
Nutrientes clave- Hierro: se encuentra en carnes magras, legumbres y espinacas.
- Vitaminas del grupo B: presentes en cereales integrales y frutos secos.
- Omega 3: disponible en pescados grasos como el salmón y diversas semillas.
- Grasas saludables: presentes en palta, aceite de oliva, nueces y semillas.
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