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Bronceado sin quemaduras: la guía definitiva para proteger tu piel este verano

Bronceado sin quemaduras: la guía definitiva para proteger tu piel este verano

Piscinas y playas se convierten a partir de ahora en los lugares más visitados para disfrutar del verano. Pero los rayos de sol no son inocuos, y es habitual que muchas personas se quemen. Las quemaduras solares son incómodas y a largo plazo pueden provocar cáncer de piel. Por eso es tan importante tomar precauciones y limitar la exposición al sol. Aunque hay que ser consciente de que el bronceado saludable no existe (salvo que su origen sean los autobronceadores), es muy habitual buscar un tono de piel más moreno que el que se luce en invierno. Para lograrlo, sin quemarse, hay que tener en cuenta algunos consejos.

Usar siempre protección solar y aplicarla correctamente

Tendencias como el callo solar o los tatuajes solares son muy arriesgadas, como explica el doctor Javier Pedraz, dermatólogo de IML Clinic: «es una forma de quemadura solar deliberada, y cada vez que la piel se quema, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel en el futuro». Por eso el primer consejo es usar siempre protección solar de forma generosa en todas las zonas del cuerpo expuestas (no olvidar las orejas, los empeines, las manos y la calva).

Ante la duda, los expertos aconsejan elegir cremas solares con SPF 50 o como mínimo SPF 30, y preferiblemente fotoprotección de amplio espectro, que protegen frente a los rayos UVB, UVA, infrarrojos y luz azul (es algo que debe estar indicado en el envase de la crema).

Además, conviene utilizar una crema específica para el rostro, y otra para el cuerpo. No hay que olvidar reaplicar cada dos horas, siempre que se esté expuesto y después del baño, aunque sea un producto resistente al agua. Es esencial ser generoso con la crema solar, porque usar poca cantidad tampoco protege.

De izquierda a derecha: Blue Expert Sun Protector Lotion SPF30 de Shiseido (51,50 euros), protección para rostro y cuerpo en tamaño familiar;Stick Solar Invisible SPF 50 de Jander (21,90 euros), protección de amplio espectro y resistente al agua;Topicrem Sun Protect Spray SPF50+ (17,95 euros); fotoprotección para la piel sensible del rostro y del cuerpo; Photoderm XDefense Ultra-Fluid SPF 50+ de Bioderma (21,95 euros); protector facial detoxificante con una fórmula minimalista y de alta tolerancia. DR
Exponerse de forma gradual y evitando las horas centrales del día

Además de las cremas solares, para evitar las quemaduras hay que utilizar sombreros, gorras, gafas de sol, sombrillas, prendas con protección UV… sobre todo para proteger las zonas más sensibles y susceptibles de enrojecer: cara, hombros, pecho, etc.

La exposición al sol debe hacerse de forma gradual y evitando siempre las horas centrales del día (entre las 11 y las 17h), en las que los rayos UV son muy potentes.

Alimentos que protegen la piel y potencian el bronceado

Lo que comemos se refleja en la piel, y por eso la alimentación también juega un papel crucial en el bronceado, como explica la doctora María José Crispín, médica nutricionista de Clínica Menorca. «Ciertos alimentos pueden estimular la producción de melanina y reforzar las defensas cutáneas frente al daño solar. La clave está en incluir nutrientes con función antioxidante o implicados directamente en la síntesis de melanina». Entre los alimentos que preparan la piel para el sol, la doctora incluye «los betacarotenos, pigmentos naturales con acción antioxidante y precursores de la vitamina A, que favorecen la producción de melanina. Están presentes en frutas y verduras de color naranja y rojo: zanahoria, calabaza, albaricoques, melocotones, nísperos, sandía, tomate... También en vegetales verdes como espinacas, acelgas o brócoli. Otro nutriente interesante es la L-tirosina, un aminoácido precursor directo de la melanina. Abunda en legumbres, frutos secos, semillas, aguacates y plátanos. Además, la vitamina E, presente en alimentos como el aceite de oliva virgen extra, los frutos secos y el aguacate, podría favorecer la pigmentación gracias a su efecto antioxidante». También es esencial hidratarse correctamente, bebiendo agua.

La nutricosmética solar, aliada junta a la protección solar

Hace años la nutricosmética solar se utilizaba para acelerar el bronceado, ahora muchos médicos y farmacéuticos la recomiendan para proteger la piel desde dentro. Los suplementos llegan donde no llegan las cremas, y para Eduardo Senante, farmacéutico titular de farmaciasenante.com, «no es necesaria, pero sí recomendable. Nadie se pone la cantidad de crema recomendada, que es dos miligramos por centímetro cuadrado de piel, nadie reaplica cada dos horas… Aunque es muy aconsejable para personas con alergias solares, antecedentes de cáncer de piel o melanoma, enfermedades inflamatorias como la rosácea, pieles con tendencia a manchas o que les preocupe el envejecimiento, la puede usar todo el mundo, porque la nutricosmética solar va a hacer que nuestra piel esté más protegida frente a la radiación ultravioleta. Sería aconsejable tomarla, principalmente, los meses de primavera y verano y es importante elegir marcas con evidencia científica. Además, siempre hay que ser consciente de que no sustituye a las cremas solares».

De izquierda a derecha: Heliocare 360º Sport Sun Sticks de Cantabria Labs (18 euros), suplemento alimenticio con vitaminas y minerales y la nueva tecnología ASPA-Fernblock® para proteger del daño solar;Golden Skin de Eiralabs (45 euros), su combinación exclusiva de Melatine®, Nutroxsun® y Puredia SeaBerry®, ayuda a obtener un bronceado más rápido, más uniforme y más duradero, mientras protege la piel desde el interior: Oral Sun Protection de Farma Dorsch (40,20 euros), nutricosmética solar con antioxidantes, carotenoides, vitaminas, minerales y niacinamida y polypodium leucotomos.
Después del sol, reparar e hidratar

Es importante que, tras una jornada de piscina o playa, cuidemos la piel, tanto del cuerpo, como del rostro. Los pasos más importante son dos: limpieza e hidratación. Hay que limpiar la piel (tanto del rostro, como del cuerpo) para eliminar los restos de los fotoprotectores, así como otros residuos, como el cloro o la sal del mar. A continuación, hay que aplicar cremas hidratantes, porque beber agua no hidrata la piel. Como aseguran los expertos, el bronceado supone siempre un daño solar, así que hay que reparar la barrera cutánea, aplicando cremas reparadoras y regeneradoras. En el cuerpo se pueden usar lociones 'aftersun' o aloe vera. En el rostro, cremas con ácido hialurónico, ceramidas, niacinamida, etc.

Las pieles más claras no conseguirán broncearse

Finalmente, hay que tener en cuenta que todo el mundo no puede broncearse como explica la doctora Marta González, dermatóloga-quirúrgica de IMR. «La melanina es el pigmento responsable de oscurecer la piel tras la exposición solar. Por tanto, el bronceado – que nunca es saludable e indica daño en nuestra piel – viene determinado por la capacidad de la piel de producir melanina. Algo muy importante en cuanto a la calidad y la cantidad y es que aquellos pacientes con fototipos bajos, es decir, con ojos claros y/o pelo rubio o pelirrojo producen una melanina de 'peor calidad', por lo que, cuando se exponen al sol se quemarán y no se broncearán. Aunque todo el mundo debe usar protector solar y evitar la exposición directa en las horas centrales del día, este subgrupo de personas tiene un riesgo mayor de desarrollar cáncer de piel, por lo que deben ser aún más estrictos con la fotoprotección».

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