Rumena Bužarovska, escritora: “A las mujeres se nos ha enseñado a aceptar el sexo desagradable“

Un matrimonio entra en crisis tras visitar a unos amigos que tienen una casa más grande y más bonita, mejor comida y ropa y que, por lo tanto, parecen más felices.

Una mujer casada con un americano y residente en Estados Unidos regresa a Macedonia para visitar a su padre enfermo y aprovecha para conocer a un hombre con el que se ha estado escribiendo y al que ha idealizado.

“Muchos macedonios emigran convencidos de que su vida en el extranjero será como en ‘Sexo en Nueva York’”

Una profesora cree que ha ascendido socialmente cuando la invitan a la embajada estadounidense en Skopie, aunque esa invitación se convertirá en una trampa...

Las historias de la escritora macedonia Rumena Bužarovska son tan trágicas como divertidas. Están plagadas de sueños rotos, de desencantos y de infelicidad con las relaciones, con los padres, con el dinero... Los relatos de Bužarovska, que acaba de publicar No voy a ninguna parte (Impedimenta) son como la vida misma.

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“La literatura no aborda cosas felices, pues la escritura gira en torno a los problemas de las personas y a las circunstancias que son difíciles de afrontar. Por eso, escribo sobre las cosas que fingimos que no ocurren en nuestras vidas y sobre esa fachada de felicidad que intentamos mostrar, pero que en realidad es infelicidad”, explica la escritora más exitosa de Macedonia en una entrevista con La Vanguardia .

Los personajes de los relatos de Bužarovska son macedonios y suelen ser mujeres porque “para escribir un buen libro hay que ser honesto y hablar del lugar donde estás y de lo que sabes”. Y la autora sabe (y escribe) de su país, de lo que supone ser mujer, de la inmigración, de la pobreza y del sexo que son las grandes temáticas que recorren su literatura.

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“Cuando escribo de sexo lo hago de forma grotesca y muestro el abuso sexual que es algo muy frecuente en las relaciones, porque a las mujeres se nos ha enseñado a aceptar el sexo desagradable, a fingir que el abuso es amor y a romantizarlo. El sexo, que las narrativas tradicionales presentan como algo hermoso y romántico, es decepción”, explica.

Aquí y en Macedonia, un pequeño país balcánico de 1,8 millones de habitantes, eterno aspirante a entrar en la Unión Europea, donde luce el sol y aman las ensaladas. “Macedonia es un país vibrante en medio de una encrucijada donde ocurren muchas cosas. No es un mal lugar para vivir, pero se ha instalado una narrativa de la deseperación que empuja a muchos jóvenes a querer marcharse a la Europa occidental o a Estados Unidos”, explica.

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Y añade que “muchas veces es un error, que reflejo en mis historias, porque la gente de los Balcanes depende de su comunidad, de la familia y las amistades y en esos lugares se sienten aislados. Se van convencidos de que su vida será como en Sexo en Nueva York o Fraiser y al llegar descubren que esa realidad no existe”.

Pese a esta crítica, Bužarovska ha vivido en Estados Unidos. Ahora, de regreso a Macedonia convertida en una autora afamada ha decidido ampliar su campo de acción: “Los cuentos son mi género favorito, pero soy consciente de que despiertan tan poco interés como, por decir algo, la poesía estonia. Así que me decidí a escribir una novela. Esta vez el protagonista es un hombre. Se llama Tony y es un ex roquero de mediana edad que cree que la vida le debe algo y siembra la catástrofe allá por donde va. Es una novela divertida, pero también muy trágica” como toda la obra de Bužarovska.