Los técnicos de Aragón entran en el MNAC para analizar las pinturas de Sijena en medio de protestas de independentistas
Faltaban unos pocos minutos para las once de la mañana cuando un equipo de media docena de personas descargaban de dos coches el instrumental necesario para analizar los murales románicos de Sijena expuestos en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y entraban en el recinto. Entre ellos estaban los tres técnicos designados por el Gobierno aragonés para hacer una evaluación del estado de la obra del siglo XIII y estudiar los informes técnicos sobre el estado de las pinturas elaborada por los expertos en conservación y restauración del MNAC. Su acceso se producía apenas unos días después de que la jueza del Juzgado número 2 de Barcelona iniciara el proceso de ejecución de la sentencia que ordena devolver ese patrimonio histórico al monasterio de Sijena.
El equipo técnico de Aragón, liderado por la conservadora-restauradora Natalia Martínez de Pisón, ha evitado fácilmente la concentración convocada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que había conseguido reunir a menos de una cincuentena de personas a las puertas del acceso de oficinas del MNAC para protestar por la devolución. Entre ellos se encontraban su presidente, Lluís Llach, además de otros miembros de la dirección de la institución, y líderes de Junts, como la expresidenta Laura Borràs. Los trabajadores aragoneses, sin embargo, han accedido al recinto por un acceso próximo, donde se encuentra el aparcamiento, sin ningún tipo de problema y sin tener que escuchar las proclamas que se clamaban tímidamente por asistentes a la concentración, como “No es justicia, es un expolio”.
Ajenos a ese ruido, el equipo aragonés, que ha sido recibido por sus homólogos del MNAC, ha iniciado sus trabajos concentrado en los denominados murales profanos que también se exhiben en el MNAC. Esos trabajos, también del siglo XIII, son los que presentan menos riesgos para trasladar, según ha manifestado el museo barcelonés al juzgado aragonés. Pero la elección de ese análisis para el primer día de trabajos, que se prolongarán hasta el miércoles, obedece básicamente a una cuestión logística. Están situados en la entrada de la zona dedicada al Gótico, una zona básica para la circulación de visitantes y el cierre de esa sala, como reclama el Gobierno aragonés y ha asumido también la jueza, supondría un problema en una jornada normal para el MNAC a causa del volumen de visitantes que atiende. Un lunes, en cambio, es un problema menor puesto que es el día de la semana que el museo cierra. De momento están efectuando una fotogrametría de las pinturas, una fotografía de altísima resolución para tener detalles de toda la obra.
El martes y el miércoles, los trabajos se centrarán en las paredes de la sala capitular del monasterio de Sijena, las más preciadas y las que mayores problemas de conservación revisten. Estas fueron arrancadas en 1936 tras un gran incendio provocado por milicias en el inicio de la Guerra Civil. Josep Gudiol, que anteriormente había fotografiado escrupulosamente el monasterio de Sijena, resolvió que su rescate era urgente y consiguió recursos de la Generalitat para realizarlo. Desde entonces, la reconstrucción de aquellos antiguos murales románicos se encuentra en Barcelona, a partir de una cesión firmada la orden que ocupaba el monasterio.
Los técnicos del MNAC, además de otros reconocidos expertos en conservación, han alertado que no se puede efectuar un traslado de esas obras sin provocar daños “irreparables”. Y esa es la tesis que la dirección del MNAC pretende llevar hasta el final hasta el juzgado, presentando un conflicto de ejecución de sentencia para asegurarse de que la instructora es consciente de los daños que se pueden provocar sobre un patrimonio que está catalogado como un bien de interés cultural.
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Es integrante de la redacción de EL PAÍS en Barcelona, donde ha desempeñado diferentes roles durante más de diez años. Licenciado en Periodismo por la Universidad Ramon Llull, ha cursado el programa de desarrollo directivo del IESE y ha pasado por las redacciones de 'Ara', 'Público', 'El Mundo' y 'Expansión'.
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