La psicóloga de 100 años que sigue atendiendo pacientes en Nueva York

La pandemia la obligó a ofrecer sus consultas desde la distancia. Foto: iStock
Marcia Brenner es una mujer de 100 años que actualmente vive en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, y que a pesar de presentar problemas de audición o estar parcialmente ciega, sigue atendiendo a sus pacientes de manera telefónica.
Lo único que deben hacer las personas que buscan estar en consulta con ella, es marcar su número de contacto y esperar un par de segundos para que la terapeuta responda desde un auricular inalámbrico.
La mujer tiene 62 años de experiencia como psicóloga y pretende seguir trabajando. Foto:iStock
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A través de este método, la profesional garantiza la atención de todos aquellos que se animan a llamar, debido a que no confía mucho en las notas que hace, por lo que durante 45 minutos escucha atentamente los diferentes relatos para después intervenir y compartir su consejo.
Su historia fue dada a conocer hace algunos días por el periódico The New York Times, en el que contó cómo ha sido su experiencia con esta particular modalidad y cuál fue la razón que la llevó a continuar ejerciendo desde la distancia.
La psicóloga tiene ayuda profesional en casa después de sufrir una lesión en la cadera. Foto:iStock
De acuerdo con lo expresado por Brenner en entrevista, a raíz de la emergencia sanitaria que afectó el mundo, tuvo que realizar sus sesiones con la ayuda de varias herramientas tecnológicas porque sentía un gran compromiso con las personas y su profesión.
Sin embargo, en la mayoría de conversaciones con sus pacientes, se percató de que durante los encuentros les preguntaba algunos datos personales que ya habían comentado anteriormente y que ella estaba empezando a olvidar.
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Sus pacientes siguen recomendando sus servicios con más personas. Foto:iStock
En vista de su preocupante pérdida de memoria, se sintió frustrada, pero logró encontrar la fuerza en la filosofía que caracteriza a su familia, que considera importante “no decirle que no a un invitado o a alguien que pide ayuda”.
En medio del diálogo con el diario estadounidense, la psicóloga también destacó que siempre sintió que si en algún momento desidia jubilarse, sus pacientes estarían defraudados de no poder continuar el proceso con ella.
Sumado a esto, la asistente de salud, que apoya a Brenner con sus horarios y ciertas actividades del día, confesó que cuando la mujer estuvo hospitalizada a causa de un problema de cadera, las personas que asisten a terapia con ella llamaban constantemente para preguntar cuándo volvería y si su recuperación iba bien.
A lo largo de sus 62 años de experiencia, la mujer tuvo que enfrentarse a una gran cantidad de pacientes, que si bien presentaban personalidades y situaciones muy diversas, la psicóloga tiene claro que nunca abandonó a ninguno.
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REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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