Himar González: «La televisión me ha dado mucho, pero nunca cierro las puertas. Hasta hice papelito en una película»

Son las cuatro de la tarde de un domingo de verano. Himar González acaba de terminar su previsión del tiempo en el informativo de Antena 3 y se dispone a posar para la fotografía de esta entrevista veraniega. Los helados no la convencen mucho. Nunca los come. Detesta el azúcar. Hace ejercicio. Esos son sus argumentos. Afuera hace un calor sofocante y las opciones son pocas, así que accede a posar con ellos. Licenciada en Ciencias Físicas por la universidad de La Laguna, a Himar González corresponde la tarea de explicar el clima a los televidentes de fin de semana. Así lo hace desde hace ya más de quince años. Sobre el verano, el archipiélago canario y algo más que meteorología habla esta conversación.
¿Cómo lleva el verano alguien que puede amargarle las vacaciones a la gente según el reporte que haga?
El dicho popular 'nunca llueve a gusto de todos' es real. Es decir, lo que puede ser buen tiempo para uno, no lo es para otro. Por eso nunca digo 'buen tiempo', porque eso es muy es muy subjetivo, depende de para quién. A unos les gusta el sol; a otros la lluvia, con lo cual, la previsión es la que es. Digamos lo que digamos, siempre habrá una parte a la que le guste y otra a la que guste un poquito menos.
Normalmente quienes dan el tiempo suelen resultar muy cercanos. ¿A qué lo atribuye?
En mi caso, creo que es por la naturalidad y la cercanía. Tratar al espectador como como si fuera un familiar, alguien conocido, un amigo. Así, las cosas se comunican de forma distinta. No es lo mismo transmitir información a alguien a quien no tienes en un círculo muy cercano. Por eso debes convertir al espectador en parte de tu círculo. Para mí lo es lo es. Con esa cercanía se consigue llegar a una mayor conexión. Además, nuestra información es bastante blanca e interesa a todo el mundo, porque nuestra vida durante toda la historia de la humanidad ha girado en torno al tiempo.
¿Desde hace cuánto está en los informativos?
En Antena 3, quince años.
¿Cómo ha cambiado la información meteorológica? ¿Le prestamos más atención?
Hay una labor didáctica mucho mayor. Ahora se usan terminologías que siempre han existido, pero que antes apenas se conocían. A medida que hemos ido incrementando un poquito los espacios dedicados al tiempo con más información, con más tecnología, con más metodología, con más nomenclatura, yo creo que también hemos hecho partícipe al espectador y al ciudadano de la formación atmosférica, especialmente cuando hay fenómenos adversos. A lo largo de estos años, la información ha cambiado muchísimo. Hemos dado un espacio mucho más completo para que el ciudadano, el espectador, esté mejor informado.
Ahora tiene su propio segmento en los informativos
Es un tipo de noticia que afecta de una manera u otra a todos. No hay nadie que se salve del tiempo.
Es licenciada en ciencias físicas y, sin embargo, parece muy desenvuelta en el plató
Eso viene con la persona. Al igual que hay gente que es de letras, que a lo mejor no comunican de la manera en la que les podría gustar, al final también la gente de ciencia puede comunicar de una forma más amena y no tan metódica como se suele aplicar a un científico. Desde siempre he sido muy expresiva, en todos los aspectos. Es algo que me viene de dentro y no me resulta tedioso hacerlo. Al final es un consejo que me dieron hace muchísimos años, no en la televisión, sino precisamente en teatro.
¿Cursó interpretación?
Yo hacía teatro clásico cuando estudiaba la carrera. Un gran director me dijo 'háblale al público como si fuera un amigo a quien estás contando las cosas'. Eso se me quedó grabado.
¿Quería hacer carrera en los medios?
Yo ni siquiera tenía previsto estar en televisión. Digamos que fue una casualidad premeditada, con el paso del tiempo.
¿Cómo es eso?
Cuando terminé la carrera de físicas, me especialicé. Vine a Madrid e hice lo que antes era el CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica) para poder dar clases. En realidad, lo que yo necesitaba era, en realidad, un paréntesis. La carrera es muy dura, eso no nos vamos a engañar, así que me fui a Estados Unidos. Estuve en Los Ángeles, probando en el mundo del cine, que me gustaba mucho en ese momento. Cuando regresé a Canarias, casualmente, buscando trabajo, vi un casting para presentadora de un magazine. 'Uff, la televisión, qué aburrido. Tiene que ser horrible', pensé. 'Pero bueno, tengo que trabajar, necesito ganar dinero'.
Recién graduada, entonces
Estaba en esa edad en la que no tenemos muy claro hacia dónde ejercer lo que hemos aprendido en nuestra carrera. Hice el casting, me cogieron y empecé a trabajar realmente como periodista. Hasta que bueno, ya después de tantos años me había especializado también con un máster de meteorología. Así que, con mis estudios y mi formación, decidí aplicar mis conocimientos. Empecé primero en Televisión Canaria como meteoróloga. Y luego ya me decidí a venir a Madrid, a entregar masivamente currículums por todas las televisiones. Así que Televisión Española y Telecinco me llamaron. Me quedé al final con Mario Picasso en aquella época en Telecinco. A los 10 meses me llamó Antena 3 y me fui con ellos.
¿Se plantea volver al cine?
Nunca descarto nada en la vida. Siempre me gustó cantar, bailar, el cine… Todo lo que era artístico me encantaba. Estuve en 'Tu cara me suena' y para mí fue una experiencia maravillosa. La televisión me ha dado muchas cosas, pero nunca cierro puertas a nada. Hice un papelito en una película hace unos años, la de 'Cuatro latas' con Gerardo Olivares como director, y también me lo pasé muy bien. Lo que me ofrezcan, si me apetece y me gusta y lo veo, me lanzo.
¿Es usted de Las Palmas de Gran Canaria, cierto?
Yo siempre digo que soy de las ocho islas canarias.
Ya, entiendo.
Cada isla tiene un trocito de mi corazón. Voy a todas, prácticamente cada año.
¿Pero nació en Las Palmas o no?
Sí, pero mi familia materna es de Tenerife, mi infancia la pasé ahí, estudié la carrera en La Laguna. Me otorgaron el premio a la Mujer Canaria 2025. Hicieron una gala preciosa en el teatro de la Laguna en Tenerife. Fue una gala muy emotiva. Todavía estoy en una nube.
Usted creció en un lugar donde es verano todo el año. ¿Cuál es su recuerdo más temprano de la estación?
En Las Palmas, que es la zona norte de la isla Gran Canaria, el verano nada tiene que ver con el concepto que tenemos aquí. Precisamente en verano predomina el régimen de los vientos alisios. Son unos vientos que, por una serie de motivos atmosféricos, van acumulando día tras día una capa de nubes y la máxima apenas supera los 23 grados. El clima es muy estable todo el año.
¿Qué recuerda de sus primeros veranos?
De pequeñita, parte del verano la pasábamos en Tenerife, mis hermanos y yo con mi madre. Había mucha vida- Nos reíamos con mis tías, con mis primos. Y luego el otro mes, que era cuando mi padre podía coger vacaciones, íbamos a Fuerteventura. A mi padre gustaban mucho las acampadas, y acampábamos en alguna playa. En aquella época aquello era un paraíso. No había casas ni hoteles. Las playas que tiene la isla, que eran paradisíacas, eran para nosotros.
¿Qué cosa del verano le gusta?
Del verano me gusta todo.
¿En serio?
Soy muy adaptable. Hasta el calor me gusta.
¿Ve el tiempo cuando se marcha de vacaciones?
Mis vacaciones suponen completa desconexión. Hay noticias de las que no puedes escapar, pues tienes que estar informada. Pero, a ser posible, cero televisión y teléfono lo mínimo posible. De resto: lectura, diversión, amigos, familia y viajar, si se puede.
¿Hay algún libro que haya reservado para este verano?
Sí. Además me hizo mucha ilusión, porque me lo mandó el propio autor. Se trata de 'Jotadé', el último de Santiago Díaz.
¿Hay alguna emisión que recuerde particularmente?
Cómo olvidar el ataque de risa con Matías Prats. Eso no se olvida nunca. LO recuerdo con mucho cariño, porque yo a Matías lo quiero mucho. Es un grande en todos los sentidos.
¿Cuál fue el motivo del ataque de risa?
Trabajar con Matías Prats es una profesión de riesgo», a veces. Entre nosotros a veces hacemos carantoñas y ese día pues no pude contenerme. Hubo otro episodio, en directo, que se estropeó la máquina. Me pasé cinco minutos mirando a cámara y contando el tiempo sin un solo mapa. Es ahí cuando notas que a veces la naturalidad hace que estas cosas fluyan como si no pasara nada, cuando realmente está pasando todo».
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