'Cambian los protagonistas y escenarios, pero la historia se recicla': Sair García sobre su exposición en el MAMBO

La frase popular que reza: "una imagen vale más que mil palabras" es un concepto que se ve materializado en la exposición individual de Sair García, que se realizará en el MAMBO, desde el 26 de junio y que va hasta el 5 de octubre de este 2025.

Secuencias. La imagen-montaje, es la primera exposición institucional del artista colombiano, que reúne un conjunto de obras inéditas concebidas especialmente para el Museo de Arte moderno de Bogotá y que exploran la noción del cruce entre cine, pintura y memoria visual.

Inspirado por la teoría que propone Georges Didi-Huberman —quien sostiene que el montaje es un gesto político y nunca neutral—, García exhibe un ensayo visual guiado por el lenguaje del cineasta griego Theodoros Angelopoulos, conocido por su estilo contemplativo y el uso de planos secuencia.

"Lo que busco con la muestra es establecer un paralelo entre lo que mostraba Angelopoulos en su película del 2004, ambientada en la Grecia de 1933 —cuando el país entra a participar en la Segunda Guerra Mundial—, y lo que estamos viviendo hoy. En ese entonces comenzaron fenómenos sociopolíticos muy complejos: el Estado reclutaba jóvenes, y otros, que no querían hacer parte de ese sistema, terminaban yéndose a las guerrillas", cuenta Sair García.

Y agrega: "Eso mismo, de alguna manera, sigue ocurriendo hoy. Lo que me parece más particular es que, estando a punto de cumplirse cien años de esos hechos, las situaciones se repiten. Cambian los protagonistas y los escenarios, pero la historia se recicla. Lo que hago en esta exposición es tomar escenas puntuales de esa película y transformarlas en pintura. Altero los frames, los actualizo, los vuelvo más contemporáneos. Así quiero mostrar lo cíclico de la historia y cómo los sucesos, con sus variaciones, siguen marcándonos".

De esta forma, invita a quienes se adentran en su obra a hacer una lectura crítica sobre cómo construimos nuestras narrativas emocionales y colectivas, a través de imágenes. Asimismo, reivindica el poder de la imagen, pues con ella se crea movimiento y es la herramienta principal con la que se construyen grandes historias.

"Quiero mostrar lo que la pintura puede hacer a través del cine. La pintura tiene la capacidad de alterar una escena, de expandirla, de darle más duración a un instante. En el cine, una escena dura seis segundos; en esta exposición, esos seis segundos se convierten en 120 segundos gracias a 120 pinturas. Cada pintura representa un frame, cada frame tiene un leve movimiento, y así se genera una animación que no está en la película original. Es una escena mía, reinterpretada, particular, desde la pintura", comenta Sair.

La muestra se articula en torno a Trilogía: El prado en llanto (2004), que es la primera parte del proyecto fílmico del cineasta griego. Además, en algunas de las obras, emplea una de las herramientas usadas en el cine y que funciona como un carrusel con imágenes en su interior, que, al girar, generan movimiento.

Sin embargo, Sair, en esta ocasión, lo adaptó a pinturas secuenciales con un leve movimiento. Por ejemplo, una llama o fogata, que es un elemento presente en varias de las obras.

"Hay cinco zootropos en total, de los cuales tres están pensados para los niños. Ellos pueden interactuar con el aparato, hacerlo girar, y entender cómo se generaba el movimiento antes del cine digital. También habrá una cámara de sombras, un espacio didáctico para que los más pequeños comprendan cómo se manipulaba la imagen en los orígenes del cine", relata el artista.

Esto también es posible, porque el artista convierte dos secuencias de la película en dos series pictóricas y otras tantas animaciones stop-motion, devolviéndolos al lenguaje cinematográfico original con las huellas del gesto manual.

La exposición llamada: Secuencias. La imagen-montaje, se presentará en la Sala Sonia y Carlos Haime, ubicada en el nivel 1 del MAMBO, y cuenta con la curaduría de Eugenio Viola y Juaniko Moreno.

"Para cualquier artista es un honor estar en el museo más importante del país. Pero para mí, además, es muy significativo compartir este ciclo expositivo con alguien que ha sido mi referente máximo en el arte colombiano: el maestro Óscar Muñoz. Compartir con él y con María Isabel Rueda este espacio es algo trascendental, no solo para mi hoja de vida, sino para mi emocionalidad", dice el artista.

Para quienes se acerquen a Sair, a través de su obra, la mente maestra de la exposición recomienda: El ritual, una escena en la que las madres, en la década de 1930 —cuando empieza la guerra y los jóvenes son reclutados— realizan una ceremonia poderosa.

"Me llega profundamente. Es un giro simbólico alrededor del fuego en contra de las manecillas del reloj, como una manera de pedir que el tiempo se devuelva. Ese mismo ritual se repitió en América Latina en los años 70 y 80. En Argentina, en Uruguay, en Chile, en Colombia. Y aún hoy sigue ocurriendo: están las Madres de Plaza de Mayo, las Madres de Soacha…", recuerda.

Y concluye: "Para mí es muy especial porque tengo un hermano desaparecido. Mi madre, de cierto modo, también participó en esos rituales de esperanza. Esa obra, que consta de 120 pinturas, termina con una animación muy bella donde ese ritual cobra toda su dimensión simbólica".

María Jimena Delgado Díaz