"Llena de corazón, culos y humor adulto": la desvergonzada película de animación que ha sorprendido en Netflix
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Por fin, el público adulto ya tiene su Bluey. La plataforma de streaming Netflix ha sorprendido este verano con el estreno de una irreverente película de animación para adultos, dirigida por Genndy Tartakovsky. Lejos de las producciones familiares que suelen dominar la oferta veraniega de entretenimiento, esta comedia animada en 2D apuesta por el humor más explícito y desvergonzado, con un tono gamberro que combina escatología, sexualidad y un relato de autodescubrimiento protagonizado por perros.
La propuesta es un Despelote, desde su propio título, que el medio JoBlo define como "Una comedia de animación retro llena de corazón, culos y humor adulto". La trama sigue a Bull (Toro, en la versión doblada), un perro que, tras dos años con su familia adoptiva, afronta una etapa de efervescencia sexual comparable a la pubertad. Todo se complica cuando sus dueños deciden castrarlo, lo que desencadena una huida en busca de la que será la noche más loca de su vida.
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Enamorando de su vecina Miel, que está a punto de participar en un concurso canino y ser cruzada con un ejemplar que detesta, el protagonista contará con la ayuda de sus amigos Rocco, Chipira y Lucky para enfrentarse a sus miedos y aceptar los cambios que vienen.
Una mirada hacia la inseguridad masculinaTartakovsky, que desarrolla el guion junto a Jon Vitti (Los Simpson), lleva la narrativa a un terreno poco habitual en la animación comercial, explorando temas como la autoestima, la masculinidad y las jerarquías sociales a través de una historia cargada de humor irreverente. Aunque el lenguaje es directo y las situaciones rozan lo absurdo, hay un trasfondo que conecta con conflictos humanos, desde las inseguridades personales hasta la lucha por el amor.
La estética, deliberadamente caricaturesca, con personajes que se deforman y exageran gestos, refuerza el tono satírico de una película que no busca agradar a primera vista, pero sí provocar reacciones. Disponible en Netflix desde el pasado miércoles, Despelote se suma a una tendencia de animación para adultos que no teme romper tabúes.
La obra funciona como una sátira que lleva los chistes al límite, sin mostrar genitales explícitos, pero explotando al máximo lo que la clasificación para mayores de 18 años permite. Con voces originales de Adam DeVine, Idris Elba, Kathryn Hahn, Beck Bennett y Fred Armisen, esta comedia desinhibida confirma que el streaming también tiene espacio para propuestas arriesgadas que mezclan el humor más bestia con la reflexión social.
El Confidencial