Xbox desata polémica por Call of Duty: ¿error o publicidad engañosa?

Lo que comenzó como un aparente regalo terminó en una tormenta digital. El 29 de julio de 2025, miles de jugadores encendieron sus consolas al notar que Call of Duty: Modern Warfare II y Modern Warfare III aparecían sin costo en la tienda de Xbox. El entusiasmo se apoderó de la comunidad gamer: ¿era un obsequio de Activision? ¿Una promoción sorpresa? Nada más lejos de la realidad.
La confusión nació de un anuncio técnico: Call of Duty HQ, el launcher oficial para PC y consolas, dejaría de centralizar ambas entregas, y ahora sería necesario instalar cada juego por separado. Sin embargo, la forma en que se aplicó el cambio resultó en que los juegos aparecieran como si fueran completamente gratuitos, permitiendo incluso su descarga completa sin comprar la licencia.
Las redes sociales hicieron el resto. Jugadores de México, Latinoamérica y otras regiones comenzaron a difundir la noticia. Videos, capturas de pantalla y publicaciones en foros confirmaban lo que parecía un milagro gamer: Modern Warfare II y Modern Warfare III estaban disponibles gratis. Algunos incluso reportaban haberlos instalado sin problemas.
Pero la alegría duró poco. Al iniciar los juegos, aparecía el mensaje: “requiere compra para jugar”. Los usuarios descubrieron que, aunque era posible descargarlos, la licencia seguía siendo necesaria. El enojo se propagó rápidamente. Muchos acusaron a Xbox y Activision de haber jugado con las expectativas de su comunidad, e incluso comenzaron a promover denuncias ante la PROFECO por publicidad engañosa.
La molestia se intensificó en foros hispanohablantes como Reddit y X (antes Twitter), donde los usuarios compartieron su frustración. Algunos publicaron memes burlándose de quienes cayeron en la trampa, mientras otros organizaban campañas para exigir a Xbox una compensación o una explicación formal.
“Nos hicieron perder el tiempo. Creímos que era un regalo, pero fue una mala ejecución”, comentaba un usuario en Xbox México. En respuesta, otros jugadores llamaron a la acción legal, exigiendo transparencia en la publicidad de videojuegos digitales.
Finalmente, Activision y Xbox aclararon que se trató de un ajuste en la forma en que se distribuyen los juegos en Call of Duty HQ, y que el error visual ya había sido corregido. Pero el daño estaba hecho. La comunidad se sintió ignorada, confundida y utilizada como experimento.
Este episodio deja una lección clave para las grandes compañías del gaming: en un ecosistema donde cada decisión es amplificada en segundos, una mala comunicación puede ser más letal que un bug en el sistema.
La Verdad Yucatán