El Vaticano no es ajeno a la inteligencia artificial. El nuevo Papa sobre la IA y los desafíos de la revolución tecnológica

- El nuevo Papa León XIV, al inicio de su pontificado, destacó los desafíos sociales de la nueva revolución tecnológica, especialmente la inteligencia artificial.
- El Vaticano lleva años inmerso en una reflexión ética sobre la IA. Se enfatiza la necesidad de su desarrollo al servicio del hombre, y no en lugar del hombre.
- En enero de 2025 se publicó el documento “Antiqua et Nova”, en el que la Santa Sede declara claramente que la tecnología no es moralmente neutral y su uso debe tener en cuenta valores como la justicia, la solidaridad y la protección de la vida.
Robert Prevost es el nuevo Papa, elegido por el Colegio Cardenalicio el 8 de mayo . Eligió León como su nuevo nombre, y durante su primer encuentro con los cardenales indicó claramente que estaba inspirado por León XIII. - En su histórica encíclica "Rerum Novarum" abordó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial - explicó.
Es posible, pues, que los primeros documentos emitidos por el nuevo Papa se refieran a la inteligencia artificial. Durante su encuentro con los cardenales, admitió que los avances en el campo de la inteligencia artificial “plantean nuevos desafíos para la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo”.
El Vaticano con Microsoft: El progreso debe desarrollar el genio humano, no reemplazarloEsta no es la primera vez que el Vaticano se pronuncia sobre la inteligencia artificial. Ya en febrero de 2020, la Academia Pontificia para la Vida, junto con el Ministerio de Innovación italiano y empresas tecnológicas - Microsoft e IBM - firmaron el "Llamamiento romano por la ética en la inteligencia artificial".
Pidió apoyar un enfoque ético de la inteligencia artificial y promover un sentido de responsabilidad entre las organizaciones, los gobiernos y las empresas del sector privado para que el progreso tecnológico sirva para desarrollar "el genio y la creatividad humanos, y no para reemplazarlos gradualmente".
El documento propone seis principios éticos relacionados con el desarrollo de la inteligencia artificial:
- Transparencia: los sistemas de IA deben ser comprensibles y explicables.
- Inclusión: la IA debe ser accesible para todos, sin exclusiones.
- Responsabilidad: Los creadores y usuarios de IA son responsables de su desempeño.
- Imparcialidad: la IA no debe discriminar a ninguna persona o grupo.
- Confiabilidad: los sistemas de IA deben ser seguros y funcionar según lo previsto.
- Privacidad: Proteger los datos personales y la privacidad de los usuarios es crucial.
Los autores también recordaron la necesidad de apoyar el desarrollo sostenible, incluida la protección del medio ambiente y la lucha contra la pobreza. También destacaron la necesidad de una amplia educación sobre la inteligencia artificial para que el mayor número posible de personas pueda participar en su uso.
Curiosamente, el propio Vaticano utiliza soluciones de IA. Microsoft ha recreado digitalmente la Basílica local.
La inteligencia artificial debe desarrollarse para el bien comúnSin embargo, el “Lista Romana”, bastante técnico, no es el final. En enero de este año, hacia el final del pontificado del Papa Francisco, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe y el Dicasterio para la Cultura y la Educación del Vaticano publicaron el documento “Antiqua et Nova”. Ésta es ya una poderosa reflexión de la Iglesia sobre la relación entre la IA y la inteligencia humana . El texto examina los desafíos antropológicos y éticos que plantea el desarrollo de la inteligencia artificial, enfatizando la necesidad de orientar su desarrollo de manera que sirva a la dignidad humana y al bien común.
En primer lugar, destaca que la inteligencia humana no puede ser reemplazada por la tecnología , porque incluye aspectos espirituales, físicos, relacionales y morales. Mientras tanto, como escriben los cardenales, la IA, aunque capaz de realizar tareas complejas, se basa en el procesamiento de datos y algoritmos, y no tiene conciencia, capacidad de emitir juicios morales o crear relaciones auténticas .
El Vaticano afirma claramente que la tecnología no es moralmente neutralDebido a que la inteligencia artificial carece de la riqueza de la corporeidad, la relacionalidad y la apertura del corazón humano a la verdad y la bondad, sus posibilidades, aunque aparentemente ilimitadas, son incomparables con la capacidad humana para comprender la realidad. Se puede aprender mucho de la enfermedad, de la reconciliación o incluso de una simple puesta de sol; De hecho, muchas de las experiencias que tenemos como humanos nos abren nuevos horizontes y ofrecen la oportunidad de alcanzar una nueva sabiduría. Ningún dispositivo que funcione únicamente con datos puede hacer frente a estas y otras innumerables experiencias presentes en nuestra vida.
En “Antiqua et Nova”, los cardenales piden un desarrollo y uso responsable de la IA que esté orientado al servicio de la humanidad y del bien común. Contrariamente a la presentación habitual de los CEOs tecnológicos, el Vaticano afirma claramente que la tecnología no es moralmente neutral y su aplicación debe tener en cuenta valores como la justicia, la solidaridad, la protección de la vida y el medio ambiente .
Como cualquier producto de la creatividad humana, la IA puede orientarse hacia objetivos positivos o negativos. Cuando se utiliza de una manera que respeta la dignidad humana y promueve el bienestar de las personas y las comunidades, puede contribuir positivamente a la vocación humana. Pero, como en todos los ámbitos en los que las personas están llamadas a tomar decisiones, también aquí aparece la sombra del mal. Cuando la libertad humana permite la elección de lo que es malo, la evaluación moral de esa tecnología tendrá que tener en cuenta cómo se dirige y se utiliza.
Los autores del documento vaticano recuerdan también que «la Iglesia se opone particularmente a aquellos usos que atentan contra la santidad de la vida o la dignidad de la persona humana».
“Antiqua et Nova” también advierte contra tratar la IA como un sustituto de Dios o de los humanos. Destaca que debe ser una herramienta de apoyo a la inteligencia humana, no sustituirla. Llamamiento a la responsabilidad y al discernimiento moral en el uso de la tecnología.
"La necesidad de seguir el ritmo del desarrollo tecnológico puede socavar el sentido de iniciativa"El documento del Vaticano también destacó una serie de riesgos asociados con el desarrollo de la IA. Esto incluye, entre otras cosas, la cuestión de la desinformación y las falsificaciones profundas, el desarrollo de sistemas de armas autónomos y la violación de la privacidad y la libertad individual.
Si bien la IA promete aumentar la productividad al hacerse cargo de tareas cotidianas, a menudo obliga a los trabajadores a adaptarse a la velocidad y las demandas de las máquinas, en lugar de máquinas diseñadas para apoyar a quienes realizan el trabajo. Como resultado, contrariamente a los supuestos beneficios de la IA, el enfoque actual de esta tecnología puede, paradójicamente, desorganizar a los trabajadores, someterlos a una supervisión automatizada y relegarlos a tareas rígidas y repetitivas. La necesidad de mantenerse al día con el ritmo de los avances tecnológicos puede minar el sentido de iniciativa de los empleados y sofocar las capacidades innovadoras que deberían aportar a su trabajo .
Y aquí podemos volver a las palabras del Papa León XIV. Quizás el nuevo líder de la Iglesia desarrollará este hilo en documentos posteriores.
wnp.pl