Psicología: Cómo la regulación energética puede ayudarle a gestionar su energía

La mayoría de nosotros experimentamos fases ocasionales en las que todo se vuelve demasiado, cuando las obligaciones diarias nos abruman por completo. Controlar el ritmo energético podría ayudarnos a gestionar mejor nuestra energía.
La mayoría de nosotros tenemos que afrontar muchas exigencias en nuestra vida diaria y compaginar diversos roles. Esto aplica, por ejemplo, a los padres o a quienes deben realizar otras tareas de cuidado. Pero incluso sin estas responsabilidades, la vida puede ser bastante exigente. Nuestros trabajos nos quitan energía, quizás el clima, y aun así necesitamos energía para nuestra vida social, y además hemos estado pensando en leer un libro. Controlar el ritmo de energía es una estrategia que puede ayudarnos a gestionarla de forma sensata a largo plazo y a controlar cuánto podemos asumir.
Amy Arthur, una mujer británica, padece EM/SFC (síndrome de fatiga crónica). En su libro "Pace Yourself: How to Have Energy in an Exhausting World" (Regístrate: Cómo tener energía en un mundo agotador), la autora presenta el ritmo energético como un método para gestionar la energía limitada que tiene debido a su enfermedad. Pero incluso quienes no tienen estas limitaciones de salud tan graves pueden usar esta técnica para comprender mejor qué causa realmente el estrés y nos quita energía, y cómo podemos afrontarlo mejor.
Estimulación energética: cómo funciona el método"Para comprender tus niveles de energía, recomiendo llevar un diario en tiempo real durante al menos dos semanas", explica Amy Arthur en su libro. "Cuantos más datos tengas, más probable será que reconozcas patrones". Recomienda anotar periódicamente cuánta energía tienes actualmente, dividida en energía emocional, mental y física. También puedes anotar qué actividad influye en tu nivel de energía y cómo.
Un ejemplo podría ser quedar con un amigo. Puede que te reduzca la energía física porque ya estás cansado, pero tu energía mental y emocional podría beneficiarse porque mantienes una valiosa conexión social. Una reunión importante puede agotarte mentalmente, pero te da fuerza emocional porque te sientes valorado.
Además de realizar un seguimiento de tus actividades y su impacto en tus niveles de energía, también puedes realizar un seguimiento de lo que comes y bebes para saber cómo ciertos alimentos afectan tu bienestar y tus niveles de energía.

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Cuanto más observes y comprendas qué aspectos de tu vida afectan tus niveles de energía y cómo, mejor podrás gestionarla a largo plazo. «El monitoreo nos ayuda a enfocar el tema», explica Amy Arthur. «Así como los podómetros nos motivan a caminar más y el monitoreo regular de la presión arterial ayuda a controlarla, un diario de ritmo energético puede mejorar nuestra percepción de nuestros niveles de energía». Esto nos ayuda a reconocer mejor cuándo necesitamos descansar y qué tipo de recuperación nos conviene. Además, podemos identificar qué actividades, etc., son particularmente agotadoras.
Claro que probablemente no puedas simplemente cambiar todos los elementos de tu rutina diaria solo porque consumen mucha energía. Esto podría incluir tu trabajo o tus obligaciones familiares. Pero en la medida de lo posible, podrías intentar al menos minimizar las actividades, así como los alimentos y los pensamientos, que más te quitan energía. Y, si es posible, haz más espacio en tu vida para las cosas que te dan energía.
No se trata de autooptimización tóxica, sino simplemente de ser conscientes de nuestros niveles de energía y observar qué nos conviene y qué no. Así, podremos estar más sanos, en mejor forma y más felices a largo plazo, y con suerte, tener suficiente energía para las cosas buenas de la vida.
mbl Brigitte
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